29.11.12

La Colmena Textil. Barrio de El Dique. Xalapa. México.





El barrio de El Dique en Xalapa se caracteriza por su origen de finales del siglo XIX, cuando nació como un barrio obrero de la industria textil al sur de la ciudad, ubicado allí por su cercanía con la fábrica de hilados y tejidos cuya fuente de energía provenía del caudal del río carneros que desembocaba en un dique que delimitaba la fábrica. Ese dique daría nombre al barrio proletario que con el paso del tiempo, ha cambiado su vocación de alojar obreros textiles a servir de morada a estudiantes universitarios debido a su cercanía con la Universidad Veracruzana, con la cual el barrio se encuentra en estrecha relación dada la vitalidad urbana que los estudiantes imprimen en el sitio, en tanto habitantes esporádicos del barrio. Aunque la tal vitalidad, sin embargo, ha permeado en la identidad, pues ésta población flotante del barrio desconoce en buena medida la historia y tradición trabajadora del barrio y por lo tanto, carecen de sentido de pertenencia.

Ésta situación, junto con la falta de oferta de alojamiento para estudiantes y la consecuente disminución en el ingreso de la población fija del barrio por concepto de renta, se ha vuelto la inspiración para trabajar en una propuesta que ayude a la población fija a emplearse y obtener ingreso y, en consecuencia, a la población flotante -los estudiantes- a encontrar un sitio para vivir mientras realizan sus estudios universitarios

Dado que la capacidad de organización y trabajo colectivo característico del barrio desde su origen aún se conserva, es éste factor el que servirá de motor para dar paso a un modelo de generación de empleo basado en el funcionamiento de las colmenas, donde las abejas colonizan un sitio y construyen un espacio a partir de su capacidad constructiva -y probada- en el medio natural. Haciendo la analogía del comportamiento de las abejas, se echará mano de la tradición textil de la población fija del barrio para generar superficies tejidas a mano que servirán para construir lo que se ha denominado "la colmena textil".

Una vez concluidos los textiles éstos se montarán sobre una estructura que delimita un conjunto en el que la comunidad estudiantil no sólo sea provista de módulos habitables de alquiler, sino donde se posibilite desarrollar las actividades propias de una comunidad de estudiantes como lo es el intercambio y la convivencia, en un espacio público en recuperación: el paseo de Los Lagos de El Dique, contexto urbano colonizado, a modo de las abejas.




El proyecto se configura en dos volúmenes, uno horizontal que aloja a los estudiantes enfatizando el borde oriente del paseo de Los Lagos, y otro vertical que resuelve la producción de energías alternativas para la autosustentabilidad del conjunto. El volumen horizontal se enclava sobre las faldas de las circundantes lomas del estadio olímpico xalapeño y del seguro social, mismas en las que se ubican veredas producto del uso común de los visitantes al sitio. Dichas veredas se tornarán en calles que permitirán la conexión entre espacios habitables, áreas comunes a los estudiantes y el espacio público que es el paseo de Los Lagos. El cerramiento textil que delimita la morfología de éste volumen se plantea como un límite poroso, resuelto a partir de membranas tejidas que permite mantener una relación directa con el entorno circundante sin aislarse, pero creando un ambiente propio a manera de colmena.



El volumen vertical es una torre eólico-solar, un dispositivo a escala urbana capaz de captar la energía solar, generar con ella energía eólica y transformarla posteriormente en energía eléctrica, al tiempo que coadyuva al mantenimiento de los cuerpos de agua del paseo. El funcionamiento de la torre es pasivo, pues el volumen recibe radiación solar calentándose principalmente en su base, de manera tal que provoque el ascenso de aire caliente a una velocidad que se incrementa en el recorrido en altura de la torre, que es de 120 mts. La presión del aire caliente permite activar un sistema de turbinas de oxigenación del agua por movimiento, mismo que genera electricidad alternativa para el funcionamiento del conjunto.



De ésta manera, la propuesta no es una utopía -un sin lugar-, sino una heterotopía urbana -un lugar otro-, que plantea otras posibilidades de desarrollo económico, ecológico y social en un conjunto conectado con su entorno, un barrio y la universidad, de donde derivan las abejas que trabajan unas para otras y viceversa, todas con un fin común.



The Textile Hive. The Dam Neighborhood. Xalapa, Mexico.

El Dique (The Dam) neighborhood in Xalapa City is characterized by its origin in the late nineteenth century, when it was born as a working class neighborhood in the textile industry at the south of the city, located there because of its proximity to the spinning and weaving factory, powered by the "carneros" river flow came rams that emptied into a dam which delineate the factory. 

That dam would name the proletarian neighborhood over time, wich has changed his vocation to host textile workers to serve as home to college students because of its proximity to the Veracruz University, with which the district is closely given the urban vitality that students printed on site, while sporadic inhabitants of the neighborhood. Although such vitality, however, has permeated the identity, as this floating population of largely unknown neighborhood's history and tradition of the neighborhood working and therefore no sense of belonging.

This situation, coupled with the lack of supply of housing for students and the consequent decrease in the income of the resident population of the district of rent, has become the inspiration to work on a proposal to help the population to be employed and fixed obtain income and consequently, to the floating population-students-to find a place to live while doing college

Because the ability to organize and collective work characteristic of the neighborhood from its origin still remains, is this factor which will motor to make way for a model of job performance based on the hive, where the bees colonize a site and build a space from its capacity building-and-tested in the wild. Using the analogy of bee behavior, it will draw on the textile tradition of the resident population of the district to generate surfaces handwoven that serve to build what has been called "the textile hive".

Upon completion of these textiles are mounted on a structure that defines a set in which the student community not only be provided with rental habitable modules, which enables it to develop the activities of a community of students such as exchange and coexistence, in a recent recovered public space: the park known as Los Lagos de El Dique (The Lakes of The Dam); colonized urban context, as a bee.

The project is set in two volumes, one horizontal emphasis hosts students walk eastern edge of the Lakes, and a vertical that solves the production of alternative energy for self-sustainability of the whole. The horizontal volume is locked on the slopes of the hills surrounding the Xalapa Olympic Stadium and the Social Insurance Hospital, where these villages are product of the commonly use for visitors to the site. These paths will turn on streets that allow the connection between living spaces, common areas for students and the public space that is theThe Lakes. The textile enclosure delimits the morphology of this volume is intended as a porous boundary, determined from woven membranes helps maintain a direct relationship with the surrounding environment without isolating, but creating a way to own a beehive.

The vertical volume is a wind-solar tower, urban scale device capable of capturing solar energy, wind power generation with it and then transform it into electrical energy, while it contributes to maintenance of water bodies of the ride. The tower operation is passive, the volume receives solar radiation heating mainly in its base so as to cause the rising hot air at a velocity which increases in height in the path of the tower, which is 400 ft. The pressure of the hot air to activate an oxygenation system of turbines for moving water, which generates electricity same alternative set for operation.

In this way, the proposal is not a utopia but an urban heterotopia, that raises other possibilities for economic, ecological and social development in a group connected to its environment, a neighborhood and the university , from which derived the bees working for one another and back again, all with a common purpose.

13.11.12

Manifiesto de la labor del arquitecto. Por Friedrich Stowasser "Hundertwasser"


En curBa, laboramos bajo el juramento hipocrático de la arquitectura: "Nos negamos a construir en perjuicio de la naturaleza y de la salud de las personas"


arturomartínezmerinosarquitecto



El proyecto arquitectónico ha de basarse en las siguientes premisas:
  1. Aumento de la naturaleza en respuesta al asentamiento indiscriminado del paisaje.
  2. Una vida en armonía con la naturaleza.
  3. Aire del campo en vez de aire de la ciudad.
  4. Anhelos de romanticismo y creatividad hechos realidad.
  5. Tejados totalmente cubiertos de césped para andar y pasear por ellos.
  6. Casas con sistemas de ahorro de energía, frescas en verano y cálidas en invierno.
  7. Mejor calidad de vida para vecinos y no residentes.
  8. Una salida creativa al punto muerto al que ha llegado la planificación urbana, que sentará un precedente mundial.
De hecho, estas innovaciones no son nada nuevo. Se trata de reconquistar la dignidad humana en la arquitectura, o, simplemente, reconquistar la dignidad humana. ¿A qué se debe el uso indiscriminado de la regla, si todo el mundo sabe que la línea recta es una quimera cómoda, pero peligrosa, que lleva a la ruina? Es increíble que los edificios sigan siendo inhumanos y antinaturales, aunque sea evidente desde hace décadas que la arquitectura Bauhaus se encuentra en un callejón sin salida.
La arquitectura Bauhaus, que está en trasfondo de la arquitectura residencial, puede describirse como fría, carente de emoción, dictatorial, cruel, agresiva, blanda, estéril, austera, fría, prosaica, práctica, anónima y vacía hasta el aburrimiento: la quimera de la funcionalidad. Las viviendas no deben abandonarse a la mafia de la arquitectura internacional, que está motivada por una política cultural y que hace el juego al esteticismo nihilista, frente a las personas. No es tan breve, si una mafia del arte impone al gran público (a través de los museos y las revista de arte) un estilo de pintura feo, en sentido negativo, de moda en ese momento. Las tendencias del arte moderno cambian cada año y no hace falta comparar, ni mirarla siquiera. Pero cuando, esta mafia intelectual, enemiga del hombre y de la naturaleza, obliga a las personas a vivir durante generaciones en casas que proceden de proyectos perversamente modernos y con una construcción carente de inspiración, esta cometiendo un delito permanente.
El sufrimiento obligado de los habitantes de estas casas dictatoriales forma la base de la miseria general, física y espiritual que sufre nuestra cuivilización occidental, el estado, la naturaleza y nosotros mismos. El arquitecto y el urbanista son hoy, más que nunca, débiles marionetas en manos de clientes sin escrúpulos. Son criados y verdugos de los poderes fácticos de la producción en masa, de la mafia del dinero y de la política de poder. Como criminales de guerra, y, normalmente, en contra de su conciencia (si es que la tienen, acatan órdenes obedientemente y construyen campos de concentración en los que la naturaleza, la vida y el alma humana son destruidos sistemáticamente.
La utilización ciega, cobarde y estúpida de la línea geométrica recta ha convertido nuestras ciudades en baldíos desolados, desde el punto de vista estético, espiritual y ecológico. La línea recta y sus derivados son úlceras cancerosas que envenenan, por igual, la planificación urbana y la salud física.
Nuestras ciudades son la realización de los caprichos dementes de arquitectos criminales que nunca hicieron el juramento hipocrático de la arquitectura: me niego a construir casas que puedan dañar a la naturaleza y a las personas. Dos generaciones de arquitectos con mentalidad Bauhaus han destruido nuestro medio ambiente.
La llegada del urbanista ha afeado nuestras ciudades, el hombre ha perdido el contacto con la tierra. El hombre vive aislado de la tierra y de su entorno natural. Nos aislamos con cemento y plástico. Ya ni siquiera permiten que el agua se filtre en el suelo urbano; al contrario, se la canaliza afuera. Tampoco dejan que nuestros muertos, que están enterrados a 12 pies de la capa de humus en ataúdes geométricos e impermeables, estén en contacto con las plantas o se conviertan en humus.
Por otra parte, la rentabilidad del complejo Hedderheim en su conjunto es enorme y, en lo referente a los cálculos sobre el coste del rendimiento de este complejo, se debe tener en cuenta lo siguiente: los datos sobre las necesidades ecológicas y creativas, los deseos de las personas y sus necesidades espirituales deben almacenarse en nuestros computadores y darles prioridad. Así, los medios informáticos se ponen al servicio de la arquitectura, el urbanismo, la economía, el transporte, la energía y la agricultura, para calcular lo que es barato y lo que es caro, lo que tiene sentido y lo que es perjudicial dentro del contexto general. La consideración de todos los datos disponibles, incluidos los ecológicos y otros datos, debe ser una condición previa a cualquier cálculo.
Por ejemplo, ¿qué objeto tiene construir una casa que es barata porque los proyectistas y arquitectos sólo sumaron el coste de los materiales, el solar y la mano de obra, pero por la que terminamos pagando tanto? El precio no incluye otros gastos a los que habrá que hacer frente, aunque hubiera sido fácil tenerlos en cuenta igualmente: gastos crecientes de calefacción y aire condicionado, aislamiento acústico y contra el polvo y la polución atmosférica. Simplemente porque, por poner un ejemplo, no se proyectó un tejado de césped desde el principio. Los costes aumentarán a consecuencias del vandalismo, la delincuencia, el descontento, las neurosis, el desempleo, los gastos de hospital, el éxodo de las ciudades, el amor propio y la dignidad heridos y el amordazamiento de la creatividad individual, provocado todo ello por una planificación errónea y por no haberse tomado en consideración los componentes ecológicos y creativos en su rica complejidad e interacción de conjunto.
Estos gastos se presentan sin duda, pero más adelante y a las proyectistas les será fácil ignorar las conexiones, causas y efectos; es decir, su responsabilidad. Mi contribución creativa a la construcción de este complejo debe, pues, considerarse simplemente como un avance hacia la creatividad de cada individuo. La naturaleza, el arte y la creación son una unidad, nosotros la hemos separado.
Si violamos la creación de la naturaleza, si aniquilamos nuestra creación, nos destruiremos. Sólo la naturaleza puede enseñarnos creación, creatividad. Nuestra verdadera ignorancia está en nuestra incapacidad de ser activos creativamente.
Debemos lograr un tratado de paz con la naturaleza, el único poder superior creativamente, del que depende la humanidad.
Este tratado de paz con  la naturaleza incluirá los siguientes puntos:
  1. Debemos aprender el lenguaje de la naturaleza, para comunicarnos con ella.
  2. Debemos devolver a la naturaleza territorios que nos hemos apropiado y destruido ilegalmente; según el principio de todos los elementos horizontales que hay bajo el cielo pertenecen a la naturaleza, incluidos, tejados y carreteras.
  3. Tolerancia de la vegetación espontánea.
  4. La creación de la humanidad y la creación de la naturaleza deben reunificarse. La división de estas creaciones de la naturaleza deben reunificarse. La división de estas creaciones ha tenido consecuencias catastróficas para la naturaleza y el hombre.
  5. La vida debe estar en armonía con las leyes de la naturaleza.
  6. Somos simples huéspedes de la naturaleza y deberíamos comportarnos consecuentemente. El hombre es el parásito más peligroso que jamás haya asolado la tierra. El hombre debe volver a su nicho ecológico para dejar que la tierra se regenere.
  7. La sociedad humana debe volver a ser una sociedad sin residuos. Porque sólo los que respetan y reciclan sus residuos en una sociedad sin residuos, transforman la muerte en vida y tienen derecho a continuar en esta tierra; pues respetan su ciclo y dejan que renazca la vida.
El hombre anhela inmensamente un hogar en armonía con la naturaleza y la creatividad humana. Pero, ese deseo tan comprensible es precisamente el que se niega a los residentes, especialmente a niños y alumnos. Los personas que siguen obligadas a vivir y aprender en viviendas prefabricadas de campos de concentración y en edificios carentes de inspiración, fríos e insípidos. ¿Qué sentido tiene poseer tantos materiales nuevos, si no lo utilizamos para devolver la naturaleza a la ciudad? Tenemos cemento, hormigón armado, plástico, brea, caucho sintético, acero inoxidable, arcilla expandida y mezclas de estos materiales, también materiales traidicionales como alquitrán, ladrillo, madera, caucho, etc.
Los arquitectos deberían aceptar el reto y construir un hogar que no esté solo destinado a las personas; sino, especialmente, al crecimiento espontáneo en la ciudad. Un buen edificio debe lograr unir dos cosas: la armonía con la naturaleza y la armonía con la creación humana individual.
Hace ya mucho tiempo que hemos hecho de la tierra nuestra esclava, con los resultados catastróficos que tan bien conocemos. Ya es hora de que cambiemos los papeles, que nos situemos bajo la tierra y tengamos encima la tierra. Por supuesto, eso no significa vivir en cuevas oscuras y sótanos húmedos, todo lo contrario.
Podemos tener tierra y árboles sobre nuestras cabezas y tener luz, al mismo tiempo. Situarnos bajo la naturaleza significa, simbólica y literalmente, vivir en casas cubiertas de naturaleza; nuestro deber es restitutir a nuestros tejados la naturaleza que destruimos al construir una casa. De esa forma, la naturaleza que hay en nuestros tejados es la parte de la tierra que destruimos al poner una casa en su lugar. Necesitamos barreras de belleza para engrandecer el mundo de nuevo. En vez de eso, destruimos el lugar en que vivimos y lo que queda de naturaleza salvaje. Y para llegar hasta allí, construimos feas carreteras que destruyen lo que hay entre medias.
Así, el mundo se vueve feo y pequeño. Necesitamos barreras de bellezas con urgencias. Estas barreras de belleza consisten en irregularidades no reguladas y esta irregularidades no reguladas consisten, bien en vegetación espontánea, o en la creatividad del individuo. Las dos son creaciones que se complementan mutuamente. Si los individuos hacen valer su derecho a tener ventanas en su propio espacio y planifican su entorno, si cada persona en su propio espacio da una oportunidad a la vegetación espontánea; pronto se alcanzará el próximo reino. Pues el paraíso está cerca, a la vuelta de la esquina, aquí mismo. Los paraísos no se pueden buscar ni encontrar, las autoridades no pueden requisar ni fabricar paraísos. El complejo Heddernheim servirá de ejemplo al mundo. Vivir y trabajar en condiciones dignas y cerca de la naturaleza no sólo es realizable y factible, sino que también es más económico: como señalaba anteriormente el rendimiento general de complejo es enorme. Son los métodos normales de construcción, tan inhumanos y antinaturales , los que cuestan tanto dinero.
  1. Visto desde arriba, el complejo Heddernheim es totalemente verde, como los bosques y los parques naturales. El recubrimiento total de la casa con césped y árboles proporciona un aislamiento térmico óptimo: frescor en verano, calor en invierno. En mi casa de Löwengasse en Viena, sólo es necesario uno de los tres radiadores existentes para calentar todo el apartamento (ahorro de calefacción y de aire acondicionado = ahorro de costes de energía).
  2. En vez de irse de vacaciones, la gente preferiría quedarse en una casa en la que, por fin, son felices y se encuentran totalmente a gusto.
  3. El aire es mejor, más rico en oxígeno, con un grado estable de humedad y casi sin polvo. El clima mejora en general y la contaminación acústica se reduce drásticamente.
  4. El bienestar general mejora sensiblemente: la gente se siente más saludable, tiene menos dolores de cabeza, menos depresiones, menos enfermedades (el ahorro que esto supone en términos de medicina, médicos y estancia en hospitales y sanatorio es inmenso). A largo plazo, este ahorro sobrepasaría con mucho los costes iniciales de construcción.
  5. Acabaremos con las consecuencias terribles de vivir y trabajar en edificios inhumanos y antinaturales: el vandalismo, el terrorismo, el sufrimiento mental y el suicidio.
La única desventaja que veo al complejo Francfort-Heddernheim, y también a la casa Hundertwasser, es la nube diaria de visitantes que vendrá de todo el mundo para ver el complejo, porque también ellos querrán vivir en un entorno tan armonioso.
La solución está en establecer, en primer lugar, unos límites para proteger a los usuarios del complejo y, después, en construir más casas de este tipo; la demanda es inagotable.
Los tejados para “andar y pasear” están cubiertos de césped y son accesibles a los usuarios. No hay ninguna parte de la casa a la que no se pueda acceder fácilmente. Uno se puede relajar en el tejado, sobre el césped y bajo los árboles.
Una visión utópica del futuro, propia de un cuento de hadas, como sólo un niño se atrevería a soñar, se convertirá aquí en una realidad tangible en el sentido más exacto de la palabra.
Al cubrir las casas con árboles y naturaleza, casi se doblará el espacio disponible para actividades de ocio, pues un tejado estéril y muerto se convierte así en una pradera de hierba, un bosque, una colina, un mirador, un parque, un jardín. Los usuarios se sentirán orgullosos y tendrán la conciencia tranquila respecto al trato que le dan a la naturaleza.
Todos los elementos horizontales que hay bajo el cielo pertenecen a la naturaleza. Esto se hace aquí realidad. El hombre es huésped de la naturaleza y debe comportarse en consecuencia. Esto se hace aquí realidad.
En los tejados, el hombre debe devolver a la naturaleza lo que le ha quitado ilegalmente al construir su casa. Esto se hace aquí realidad. Se trata de una contribución activa en favor de la paz con la naturaleza; no son palabras vacías, se trata de actuar y dar un ejemplo vivo. Este complejo de tejados de césped es una solución directa a la extensión indiscriminada de nuestras ciudades. El anonimato de las masas humanas hacinadas en viviendas tipo silo, unas encima de otras, es perjudicial. Igualmente perjudicial es la destrucción de grandes áreas naturales con la construcción de zonas residenciales interminables y monótonas. Los Ángeles es un ejemplo particularmente horrible. El hacinamiento humano en vertical es tan malo como la expansión en horizontal por la naturaleza. En cambio, en las zonas con tejados de árboles y césped, la naturaleza gana terreno. Pues, al crear espacio vital para las personas, se crea también mayor espacio vital para la naturaleza, un nuevo paisaje.
El complejo Hundertwasser Heddernheim tiene en cuenta que el hombre acaricia deseos de seguridad, romanticismo y vida en comunidad en armonía con la naturaleza. Para el adulto que padece una impotencia creativa inculcada desde su juventud, la única posibilidad que le queda es remontarse a su propia niñez y empezar de nuevo, a partir del momento en que le arrebataron sus sueños. Que no eran sueños, en absoluto, sino el fundamento de su vida, las raíces de su existencia, sin las cuales nunca será persona verdaderamente.
En el pasado se han cometido pecados terribles, especialmente en el campo de la arquitectura destinada a los jóvenes; escuelas, orfelinatos, etc.
Durante decadas, se ha practicado una dura represión rectilínea del alma infantil, lo que ha supuesto la supresión de su creatividad en ciernes. Simplemente, mediante una arquitectura agresiva y uniforme en la que nuestros jóvenes han tendido que pasar los años más importantes de su vida.
Los malos tratos mentales infligidos en escuelas construidas al estilo de los campos de concentración exceden, incluso, al castigo físico que estas escuelas representan.
Para las jóvenes generaciones de las últimas décadas, formadas en instituciones educativas y jardines de infancia hostiles a la naturaleza y la creatividad, los daños piscológicos permanentes son inmensos. Los niños son menos capaces todavía que los adultos de defenderse de un entorno planificado que destruye la vida del espíritu.
En Heddernheim, la gente joven estará en contacto ininterrumpido, vivo y positivo con la naturaleza, la belleza y la creatividad.
Marcará sus vidas, y los años de su infancia pasados en esta casa permanecerán siempre en su recuerdo como algo hermoso que influirá positivamente en su vida.
Compartirán también con otras personas lo que de bello y positivo hayan experimentado personalmente y lo pondrán en práctica en el mundo.
El hombre de Heddernheim será realmente libre y no estará sometido por edificios intelectuales y teóricos.
Sólo nosotros hacemos paraísos con nuestra propia creatividad, en armonía con la creatividad libre de la naturaleza.

7.11.12

Casa Balcones. Una casa para una vida autosuficiente.


Una casa de bajo impacto en tanto que capta, trata y permite utilizar agua pluvial, recicla agua jabonosa y aprovecha deshechos orgánicos para abono, autorregula la temperatura de su interior y además, permite producir alimentos.